lunes, 22 de septiembre de 2008

De la boca de la misma Plisetskaya









Estas palabras fueron tomadas de una entrevista hecha a Maya Plisetskaya, por algún maldito suertudo que ha logrado hablar con ella. Fue publicado en EL CULTURAL en el 2007.

"La expresividad la concede Dios o no la concede. Enseñarla es imposible. Si una persona no tiene sentido musical, de la danza o no es artística hay que tacharla con una cruz. La gente progresa de otra manera, por medio de la técnica o de su apariencia. Ocurre lo mismo que en otras artes: a un artista, si es genial, el talento se le ve. ¿Se puede enseñar? Es poco probable. ¿Y se puede enseñar la profesionalidad? Sí, se puede y es necesario. Obligatorio."

Luego le preguntan sobre su obra favorita en ballet y cuál fue la que más disfrutó... estas fueron sus palabras:

"Es sencillo contestarle: nunca bailé algo que no me gustara. No puedo destacar una."

domingo, 21 de septiembre de 2008

DE PLISETSKAYA y EL BALLET


Una persona muy sabia dijo una vez que existe una gran diferencia entre un ejecutante y un artista. Un ejecutante es capaz de aprender una técnica, los movimientos y llevarlos a la perfección, pero un artista, es capaz de mostrar lo más profundo de su existencia y de desnudar almas mientras baila... y entonces la técnica pasa a un segundo plano. Esto, en el ballet es muy cierto y también muy complicado... es un arte exigente y demandante de perfección y de estética, pero también de expresión y de espíritu. Maya Plisetskaya, revolucionó el mundo del ballet, mostrando que es posible que una artista regale todos los elementos necesarios, una técnica indiscutible y al mismo tiempo, hacer que los instrumentos, las notas que escribieron los compositores, los personajes y las coreografías realmente cobren vida.